Omar rincón hace una crítica real de la televisión, pero hay un punto en el cual no estoy descuerdo, “no incluir a educadores ni periodistas”, ésta no sería la solución.
Si bien es cierto creo que especialistas en otras áreas (como salud, educación, etc. de acuerdo al tema a tratar) serían los más indicados para conducir un programa, aún así es preciso y necesario que los comunicadores estén presentes en la realización de un programa. Lo que pasa es que hay que estudiar más a fondo qué cosas necesita la gente para dárselas en forma trabajada, de tal manera que no sólo les sirva, sino que atraiga su atención y los entretenga, mejor dicho, que lo que se les ofrezca, les guste.
Un gran aporte a mi parecer es el de “contar historias” por televisión, pues no se trata de dar una cátedra por TV. Sin o de que, a través de los diferentes formatos que nos brinda la TV., podamos “llegar” a la gente.
Se trata de buscar nuevas formas, de ser creativos y entusiastas a la hora de hacer un programa, de saber qué les gustaría vera la gente, pues al fin y al cabo no hacemos un programa para nosotros sino para un público.
Los conceptos son buenos, pero es mejor aplicarlos en forma entretenida (lúdica) y así divertirnos aprendiendo. Esto no quiere decir que sean programas para niños, dicho de otra manera sería: usar un lenguaje coloquial (aunque manteniendo la segmentación), utilizar frases aclaradoras, y lo más importante “un agregado”, que serían los datos nuevos.
Hay que entender que la TV en el Perú, es la conversación del día ,es el medio que más se utiliza para socializar, y como tal hay que darle a esos “conceptos” una utilidad en lo cotidiano para que pregne en los televidentes lo que queremos brindar.
Sería bueno repensar los formatos que se utilizan para “educar” por televisión, para que así la próxima vez cuando hablemos de televisión educativa no sea sinónimo de televisión aburrido.
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